Recordatorio

Os recordamos que, en este blog, Isa escribe en azul y Fede en rojo. Cuando escribamos en común lo haremos en negro.

viernes, 27 de junio de 2014

Una grata sorpresa

¡Ay ay! Somos un poco huevones a la hora de escribir, pero es que a veces nos resulta complicado encontrar un hueco y, una vez que lo encontramos, echarle un poquito de ganas.

Estos días están siendo un poco raros, el mundial nos tiene algo desorientados. Aquí se toman muy muy muy en serio los días en los que Brasil juega, esos días como que se paraliza el país entero; la gente no va a trabajar y colegios y universidades cierran sus puertas. Así que todos se sorprenden cuando nosotros trabajamos y, ciertamente, es un rollo porque esos días recibimos a poquísimos haitianos (yo creo que ellos saben que en fecha de juego poca gente trabaja y no quieren arriesgarse a que nadie los reciba en nuestro escritorio).

El sábado día 14 se estrenó el Arena de Manaus, ese estadio construido sólo para jugar cuatro partidos de la copa (aún desconocemos para qué se usará en un futuro). No queríamos quedarnos recluidos en la casa, así que Carmen, Jairo, Fede y yo decidimos salir para ver qué se respiraba por ahí. Fuimos a Ponta Negra donde está montado el FIFA Fan Fest: un escenario con una pantalla enorme (nitidísima, por cierto) en la que televisan cada partido del mundial, rodeada de unas gradas para los asistentes. La zona contaba con un gran despliegue de seguridad (¡había hasta barcos de guerra pegando a la orilla de la playa!, y policía militar sacando a la gente del agua cuando llegó la hora a la que se van los socorristas) y tornos con vigilantes que te daban el visto bueno para entrar (detector de metales y hurgamiento de mochila incluidos y lo que no son mochilas).  En el recinto había también puestos de cerveza (Brahma y Budweiser) y, por supuestísimo, de Coca Cola. Algunos de los stands eran simplemente promocionales, en los que podías hacer cola para jugar a algo y después te daban un detallito por haber participado. Como no podía ser de otra manera, Fede y yo nos pusimos en una fila para poder disfrazarnos de latas de cerveza; el regalito que nos dieron fue una bandera de la marca con los colores de la bandera brasileña, la cual usamos después para sentarnos en el césped (las gradas de cemento estaban ocupadas) sin mancharnos el culo (y que Isa y su amigo Diógenes se niegan a tirar y tenemos rondando por casa). Estuvimos un rato viendo el partido de Italia- Inglaterra; fue bastante entretenido y curioso pues, en general, la gente a nuestro alrededor no iba con ningún equipo en concreto y celebraban todos los goles fueran del que fueran. También aplaudían con orgullo cada vez que salía en la pantalla alguna imagen de los exteriores del estadio o cuando un comentarista decía algo bonito de él o de Manaus.

Con el armadillomascota oficial del mundial.

Observando cómo los militares desalojaban a los bañistas.

Disfrazados de birra y haciendo nuestro famoso baile del pasillo.

Sentados en los jardines que rodeaban las gradas.

"Barquito" de guerra.


El domingo comimos en casa, después de la siesta nos fuimos al centro las dos parejas a ver qué se cocía por allí con el tema del mundial, en la zona más turística, donde está el Teatro Amazonas, han puesto pantallas gigantes donde ponen todos los partidos y muchas sillas para que la gente los vea allí, había mucho ambiente, sobre todo brasileños que disfrutaron como bosnios cuando metieron gol a Argentina. También hacen muchas actividades culturales, en el Palacio de Justicia, un palacio de la época dorada del caucho (dorada para los ricos, claro) que estábamos visitando nos dijeron que iban a hacer una representación musical, había un señor con un trombón, uno con una tuba y dos con trompas (he tenido que buscar en Google los nombres de los instrumentos, obviamente), en el momento de las preguntas, comenté mi experiencia como director de orquesta y resultó que uno había trabajado bajo mis órdenes, el mundo de la música clásica es un pañuelo, tarde o temprano acabamos coincidiendo todos…

El martes jugaba Brasil a las 15:00 (hora de Manaos) y, aunque no se suele currar, nosotros si nos pasamos por la oficina (nosotros y dos haitianos, tuvimos una entrada regulera), al bajarnos del bus de ida, nos encontramos con Rafa (menuda sorpresa!, casi lloro), un jesuita que estaba en Madrid cuando tuvimos que hacer todos los papeles del visado, que nos ayudó mucho (junto con Natalia, que también nos ayudó muchísimo y desinteresadamente) y nos informó sobre los jesuitas de aquí de Manaos, él llegó a Amazonas poco antes que nosotros  y trabaja en Tabatinga, la ciudad brasileña situada en la triple frontera con Colombia y Perú (a 36h de barco río arriba), es una zona bastante complicada, fronteriza, en mitad de la selva, sin ninguna ciudad grande cerca, tráfico de drogas y personas (muchos de los haitianos que atendemos entraban por ahí, pero parece ser que los coyotes les piden demasiada pasta y han cambiado esa ruta por Acre, estado fronterizo con Bolivia) el caso, que ahora a Rafa lo han destinado a Acre y tenía que venir a Manaos porque su vuelo salía de aquí y se había pasado por nuestro trabajo a visitarnos, quedamos que después vendría a ver el fútbol a casa, nos estuvo contando su trabajo (que con lo gracioso que es y su acento malagueño, sus relatos se convertían en monólogos), estuvimos comentando cómo nos iba, en fin que pasamos una tarde estupenda y ni nos enteramos de la floja actuación brasileña (el 0-0 contra México) que, sin embargo, nos sirvió como defensa frente a los ataques contra la Roja hasta los acontecimientos del día siguiente.

Conversando con Rafa, Jairo y Carmen (que nos hizo la foto).

Los relatos de Tabatinga nos gustaron mucho.




Despidiendo a Rafa que, a la mañana siguiente, salía para Acre.


En los días siguientes a estos acontecimientos Espana quedó eliminada, lo cual nos da igual excepto por la caña que nos meten los brasileños, que debían pensar que estábamos apenadísimos y no conciben que no nos guste el fútbol. El partido de eliminación lo vimos en casa de Arizete (una hermana que estuvo en el Equipo Itinerante, de la que ya hemos hablado y que nos cae estupendamente); ella nos invitó a su casa para comer y después ver el partido allí con el resto de hermanas que viven en la casa. Lo pasamos muy bien y el pescado que prepararon estaba riquísimo.

Este fin de semana volvimos a ir al centro, esta vez los 5, para continuar nuestra visita al palacio de justicia (la otra vez, después de la actuación de la orquesta cerró sus puertas y no pudimos verlo). Allí tienen guías que, gratuitamente, te muestran cada habitación contando su historia, qué se hacía en ella y quiénes tenían acceso. Estuvo entretenido e interesante.
El domingo por la mañana Mila, Fede y yo fuimos a Ponta Negra (ya nos tocaba un poquito de playa), donde habíamos quedado con Claudio, padre que acaba de terminar su cargo como Director General del Apostolado de la Oración (un cargo, al parecer, bastante importante y que lo normal es desempeñarlo durante 6 años, pero él ha estado 7). Al igual que Rafa, está aquí de paso para ir a Acre. Arquelino nos lo presentó y al escuchar que teníamos intenciones de ir a Ponta Negra el domingo, se apuntó con nosotros. Fue una mañana agradable: tomamos el sol, nos bañamos, charlamos…

En la entrada del Palacio de Justicia con Carmen y Jairo.


Interiores del palacio.

Cuadro en el que se expone detalladamente la labor de los madereros.

Desde el balcon del palacio hay unas vistas estupendas hacia el Teatro Amazonas.

El equipo VOJAM (Voluntariado Jesuíta na AMazônia) 

Fede y Ney durante el último partido de Brasil.



*NOTA: Esta entrada fue terminada el martes 24, pero por diversas razones no hemos podido publicarla hasta hoy, día 27. Lo ocurrido a partir del martes será ya parte de la próxima entrada.

Agradecimientos a Carmen y Jairo porque, exceptuando tres fotos, el resto son hechas por su cámara. Nosotros tenemos que hacernos de una nueva batería para la nuestra, que casi no dura nada encendida.

Gracias por leernos.
Besos y abrazos para todos. 
Fede e Isa.

jueves, 19 de junio de 2014

Estamos cocinando...

La próxima entrada está siendo preparada. Intentaremos que esté lista lo más pronto posible :)


Gracias por leernos.
Fede e Isa.

viernes, 13 de junio de 2014

SERINGAL, PALESTRAS Y... DÍA DE LOS ENAMORADOS???

Aquí estamos de nuevo,
Mientras comienzo a escribir estas líneas, cumplimos los primeros dos meses en Manaus, nos queda 11 veces lo que llevamos, ni tan mal.
El fin de semana pasado ha sido muy entretenido, durante la semana nos fuimos al centro de capoeira con los colombianos para enseñarles el lugar y presentarles a Arizete (la monja que lidera el asunto) Después nos invitó a su casa y estuvimos hablando de lo divino y lo humano, entre otras cosas nos comentó que había un mercado de pequeños productores en la universidad el viernes y decidimos que nos pasaríamos después del trabajo para ver cómo era, y así de paso conocer el campus.
Llegado el viernes, Isa no vino a trabajar debido a un flujo intestinal algo desordenado (:() causado por la ingesta de unos cereales (de linaza) de nuestras compañeras para facilitar la expulsión de heces, cuando volví ella estaba peor así que decidimos no ir al mercado (cara de pena) (bueno, al menos el mercado se pone todos los meses). Estuvimos dedicándonos al noble arte del perreo durante toda la tarde; jugamos a las cartas con los colombianos, les enseñamos a jugar al Continental, cenamos en nuestro porche y la cena se convirtió en una agradable velada a la que puso el broche final Mila, que llegó a casa por la noche y nos preparó unas pseudo caipirinhas muy ricas para que brindáramos.

El sábado amanecimos temprano porque habíamos decidido ir al museo de la Seringa, está fuera de la ciudad así que teníamos que ir en bus hasta la marina y después coger un barco de línea, el bus resultó que no pasaba por donde yo tenía planeado así que contratamos un conductor que se dedica a hacer viajes por 5R$ por persona, nos metimos los 5 (6 con el conductor, por si no os habíais dado cuenta) y allí que nos fuimos. Para coger el barco no hubo problemas, es una pequeña lancha de 30 plazas aproximadamente que esperan a que esté lo suficientemente llena para que les compense el viaje y luego te van dejando en las diferentes paradas, un autobús fluvial. El paseo fue muy agradable, te das cuenta de la inmensidad del rio, el Rio Negro, más ahora que estamos en época de crecida y casi no se ve una orilla desde la otra. 

Barco atracado en el puerto

Mila con su nuevo sombrero y Carmen


Rumbo al museo

De camino algunos barcos y casas flutuantes 

El interior del barco

Selfie de rigor







Surcando las aguas del río Negro








El patrón de la lancha


Observando y meditando

Gente esperando en la 'parada'


Transporte escolar de muchos chavales de la zona

Preparándose para un loco transbordo en medio del río

Efectuando la operación

Otro selfie con Carmen

El museo es un seringal que se construyó a imagen y semejanza del Seringal Paraíso que estaba situado en el rio Madeira (buscad en Google) para la película A selva basada en el libro homónimo de Ferreira de Castro, un portugués que, en plena fiebre del caucho, se vino a trabajar en ese seringal y pasó las de Caín hasta que descubrieron que sabía leer y le pusieron a trabajar en la contabilidad. En el museo te explican todo el ciclo del caucho y las condiciones de vida en las que vivían los trabajadores y el patrón, para más información recomiendo venir a verlo, si os cae a desmano también podéis leer los libros Manaos de Vázquez Figueroa (sobre la vida  en un seringal a finales del XIX durante la primera fiebre del caucho) o Senderos de Libertad de Javier Moro (sobre la segunda fiebre y la vida de Chico Mendes) pero no es lo mismo que verlo en persona ;) 


La bandera de Amazonas 'ondeando'

Nuestra Mila posando

Utensilios usados por los serengueiros

Masa de caucho

Caja registradora que usaban

Las redes que usaban los serengueiros


Báscula donde pesaban el caucho

La amable guía que nos informó de todo

Botando la masa de caucho cual pelota

Una capilla muy bien decorada


Seringa llena de cortes para obtener la savia

Proceso de obtención

Banhera que usaban los senhores

Naturaleza reflejada en el río Negro

Hormiga (o Elefante)...

Así eran las palafitas donde dormían los serengueiros

La cama en la que dormían los capataces

Para preparar la farinha

Vistas desde la casa de los senhores


Tienen un libro donde nuestras firmas quedaron para la posteridad






De vuelta,se presagiaba tormenta...


Cuando volvimos, mientras comíamos unos chavales vestidos de boy scout se pasaron por casa y me comentaron que si podría acompañarles a la iglesia adventista (aquí por cada tres casas hay seis iglesias evangelistas de diversa índole) porque tenían como tarea presentarse a la reunión de desbravadores (boy scout en evangelista) con un extranjero, uno que se toma su papel de voluntario muy en serio (como ya he demostrado dirigiendo una orquesta) no pudo decir que no y les dije que vinieran a recogerme después de comer, para entonces los colombianos y nos presentamos allí junto con la documentación que demostraba nuestro condición de expatriados. Allí, después de muchos cantos y un examen a los chavales sobre el libro de Salomón con preguntas sobre cuántos trabajadores empleó el templo o cuantos talentos de oro consumía al mes, nos subieron al estrado junto con el representante de cada uno de los grupos que nos llevaban cual trofeo de caza y nos presentamos, como premio nos llevamos un libro y una caja de bombones de dudosa y extraordinaria calidad respectivamente. Los otros extranjeros que consiguieron captar fueron un gringo y un peruano, al salir de la iglesia nos pusimos a charlar con este último, Héctor, lleva un par de meses aquí en Manaos y las cosas no le están yendo demasiado bien, no conoce a mucha gente y no tiene trabajo, le comentamos que íbamos a ir a una fiesta organizada por la Pastoral del Migrante (la organización responsable del proyecto  Pro Haití en el que trabajamos) en la que estarían migrantes de muchos países, bailes y comidas típicas y jolgorio variado, Héctor se apuntó y quedamos que se pasase por nuestra casa a la hora convenida.
Y allá que nos plantamos en la “Fiesta dos migrantes” los cinco moradores de la compensa y Héctor. La celebración era en una especie de pabellón y estaba abierta para todo aquel que pasara por allí. Había puestos de comida de varios países (Colombia, Venezuela, Perú, Haití y, por supuesto, Brasil); estaban formados por comunidades de personas naturales de cada uno de esos países (y, por ende, migrantes aquí en Brasil), que se volcaron en ambientar muy bien sus respectivos puestitos: banderas, camisetas, letreros, trajes típicos… Yo opté por probar una arepa de queso (típica colombiana), que resultó estar muy rica; y también un helado de maracujá súper cremoso y sabroso (éste típico brasileño). Fede aprovechó para tomar algunas cervezas y una empanada típica haitiana. Entre bocado y bocado, pudimos disfrutar también de bailes típicos de cada zona, algunos más entretenidos que otros, especialmente el de Haití, en el que una señora bailaba medio  desencajada al ritmo de un tambor y todo el mundo parecía expectante ante la clara posibilidad de que se le saliese una pechuga que ya llevaba medio fuera. Finalmente, inexplicablemente, no se dio tal espectáculo.
La fiesta nos gustó mucho, una buena oportunidad para compartir y disfrutar de otras culturas.

La rica arepa que degusté


El ambiente de la fiesta


El domingo fuimos a comer a casa de una señora que aún no conocíamos. El intermediario en el asunto fue Arquelino. Cuando llegamos a la casa fue realmente emocionante, la señora se había volcado de lleno (junto con unas vecinas que se ofrecieron a ayudarla voluntariamente) en preparar nuestra comida. Y si eso sólo ya tiene mérito, imaginaos si, además, justo antes de la hora acordada habían estado 8 horas sin energía eléctrica. Las pobres habían preparado todo como pudieron (hasta salieron a comprar un cargamento de agua helada porque la que tenían estaba como un caldo). Y la verdad es que, a pesar del contratiempo que les surgió, si no  nos lo dicen ni nos habríamos dado cuenta porque salió todo riquísimo. No es para menos, después del cariño que habían puesto y de las ganas que tenía de que fuéramos. Así que la señora no pudo evitar emocionarse por nuestra presencia allí y porque gracias a la labor altruista de sus vecinas había conseguido que saliese todo estupendamente.
La comida fue estupenda y el trato inmejorable, una señora buenísima y unas vecinas ejemplares.
Después del almuerzo nos fuimos con Arquelino a una misa de Pentecostés que había en pleno centro de Manaus, al aire libre. Había un escenario grande donde el obispo estaba oficiando la eucaristía; las calles estaban abarrotadas, incluso había una pantalla grande que mostraba más de cerca la misa para aquellos que estaban más alejados del escenario. Al cabo de un rato Fede, Mila y yo ya estábamos cansados y decidimos volvernos a casa; no así los colombianos, que decidieron esperarse para acabar la misa.

Aparte de este fin de semana lleno de eventos, toda esta semana también ha sido muy ajetreada. El martes comenzamos un curso de la Amazonía con el Padre Guillermo en el que nos habló principalmente sobre la cultura, un tema en el que él está muy empapado pues lleva trabajando mucho tiempo en el proyecto Panamazónico. Después tuvimos una reunión de la pastoral dos migrantes con motivo de la semana del migrante, que está siendo ahora; se invitó a los haitianos a asistir a una charla de un trabajador del ministerio de trabajo para orientarlos en temas laborales pues, la mayoría de las veces, los brasileños que los contratan juegan con ventaja aprovechando su desconocimiento de las leyes brasileñas. El miércoles fue la continuación de curso, pero esta vez vino un diputado del PT (Partido dos Trabalhadores, el de Dilma y Lula) para hablarnos sobre la situación político-económica del estado amazónico; la charla estuvo bien en algunos aspectos, en otros no tanto (ya sabemos que cada uno barre pa’ lo suyo). Ese mismo día tuvimos también una reunión de nuestro trabajo, para aclarar ciertas cosas. Así que fueron dos días muy intensos.
Ayer, jueves 12 de junio, fue el día de los enamorados aquí en Brasil. De todas formas yo creo que ni los propios brasileiros se enteraron pues quedó pisoteado por el inicio de la copa que, como podéis imaginar, aquí se celebra con muchísima intensidad. Fede y yo fuimos invitados por uno de los profesores de capoeira para ver el partido que abría el inicio del mundial en el que, por supuesto, jugaba Brasil. Ni pudimos ni quisimos rechazar tan suculenta oferta, así que p’allá que fuimos. Aquí el juego empezaba a las 16h, pero quedamos a las 14h para ver también todo el espectáculo del principio (incluido el cantoso playback de Jennifer López y Pitbull). A mí no me gusta el fútbol pero lo pasamos estupendamente, la gran familia Valente (la del profe) nos abrió las puertas de su casa; había cerveza y churrasco y, aunque querían invitarnos (son tremendamente generosos), no podíamos aceptarlo y aportamos una modesta cantidad de dinero. Pasamos una tarde estupenda y a la celebración se sumaron otros amigos. Finalmente, el partido acabo favorable para Brasil y el barullo que se armó no os lo imagináis (si celebran así el primer partido, no quiero imaginar si llegan a ganar la final…).
Ya hemos acordado que tenemos que ver en nuestra casa algún partido de España y, por supuesto, ya tenemos lugar para ver el próximo de Brasil. Eso ya os lo contaremos en el próximo episodio.
Durante la charla con el diputado


Todos juntos después de la palestra

Ney Valente



Así decoraron de bien su fachada

Churrasco 


El pequenho de los Valente




TO BE CONTINUED…

P.D: La cresta que luce Fede cual gallo de corral es obra de otro de los profes de capoeira y admirada por todos los habitantes del barrio. Ahora, ya somos los dos unos macarras, él con su tupé y yo con mi lado rapado que ya va creciendo :D