En cuanto al trabajo, estamos
muy contentos. Seguimos con haitianos a los que ayudamos a conseguir sus
papeles y orientándolos en los pasos que tiene que dar. También os comentamos
que este jueves pasado íbamos a comenzar a trabajar con niños que estaban en un taller
de capoeira. Los martes y jueves, antes de bailar/luchar la capoeira, Fede les da
clases de español ; y, después de que bailen/luchen capoeira, yo les enseño un baile
para el día de la madre. Mientras yo estoy con ellos, Fede se queda con el
grupo de adultos de capoeira… Bueno, al menos se quedó el jueves pasado (que
fue nuestro primer día), no sé si durará mucho más, dadas las condiciones en
las que me lo encontré cuando salí: hecho un charco de sudor, colorado como un
tomate y cansadísimo (¡y no había pasado de los entrenamientos! Jaja). Esta
tarde tenemos con ellos otra vez, ya os contaré qué tal.
El viernes, después de que los
técnicos de internet se fuesen, Arquelino (ya os hablamos de él en anteriores
entradas) vino a recogernos para ir al encuentro/ convivencia con jóvenes de la
que os hablamos en el post anterior. Ha durado todo el fin de semana y ha sido
en “El sitio”, que es como una casa de campo que aquí podría llamarse casa de
selva porque, más que en el campo, está adentrada en la selva (está ya muy en
las afueras de Manaus y rodeada de Selva). La experiencia ha estado muy bien.
Las mujeres dormíamos en lo que es la casa en sí y los hombres en una especie
de gallinero exterior preparado para dormir en red (hamaca) y cuyas paredes
estaban hechas de mosquiteras. Así que Fede aprovechó para estrenar la red que
se compró el otro día con la ayuda de Arquelino. Éste es Caboclo (mezcla de
blanco e indígena), así que si de algo entiende es de hamacas.
Fede y yo dimos una “charla”
sobre tráfico humano a los jóvenes (como aún no dominamos el idioma no nos
quedó todo lo bien que nos habría gustado, pero todo se andará). También
participamos en algunas dinámicas con los jóvenes y, como no, en algunos
ejercicios espirituales. Por otro lado, aprovechamos para bañarnos en la
piscina. Debo decir que me sentía como una fresca, pues era la única que se
bañaba con el bikini completo. Aquí las
chicas se bañan con ropa (con pantalones cortos y camiseta; o, alguna más
atrevida, con pantalón corto y parte de arriba de bikini). Hubo algún chaval
que también se bañaba con camiseta. Preguntamos las causas a varias personas,
pero no nos ha terminado de quedar muy claro; unos nos dijeron que es porque
sus padres no quieren que se bañen en bikini integral y otros que es porque la
diferencia de color entre los brazos (que están siempre expuestos al sol) y la
barriga les parece muy fea.
Aparte del baño refrescante,
también aprovechamos para salir a dar una vuelta con Arquelino por la
vegetación que rodeaba la casa. Éste nos enseñó curiosidades de muchas de las
plantas y aprovechamos para coger fruta para llevárnoslas a casa. Fue muy
entretenido. También hemos visto mariposas enormes (con una embergadura de unos
15 ó 20 cm), hormigas que más que hormigas parecían escarabajos… y le hemos dado mucho uso al repelente de
insecto (muito obrigada Fati), gracias al cual no nos han picado los mosquitos.
Los jóvenes nos acogieron
estupendamente y pasamos muy buenos momentos con ellos. También con las madres
de algunos de ellos, que se habían ofrecido para ir de cocineras. Muy bellas
personas que nos han tratado estupendamente.
El domingo tocó regresar a casa.
Después de una relajante ducha y de un rato de conversación con Mila, nos
pusimos a preparar la cena. Arquelino fue nuestro invitado de honor que,
después de cenar, ayudó a Fede a instalar la lavadora (sí, aún no la teníamos
instalada). Así que esa noche ya hicimos nuestra primera colada, que ya tocaba.
El armario estaba bajo mínimos jaja. La lavadora aún no está en su lugar
oficial de la casa (los obreros están trabajando haciéndole una casita/lavadero
que, supuestamente, estará lista mañana miércoles), así que la pusimos
provisionalmente en un sitio de la cocina (dejando la puerta abierta para que
desaguara hacia el patio, todo un jaleo vamos jaja). Como la parte del patio/lavadero aún no está lista, usamos una de las habitaciones sin ocupar de la casa. A pesar de esto, todos muy
contentos por conseguir lavar algo de ropa.
Por otra parte, ayer hice mi
primera tortilla de patatas y mi primer salmorejo. Éste último estaba muy rico
(aunque según Fede me pasé con el ajo, puede ser :D); no tanto la tortilla, que
aún debo pillarle el punto a la patata (ahora valoro más las tortillas de mi
abuela). Hoy he hecho arroz con pollo que me ha quedado muy rico, pero ya lo
había hecho otras veces así que no tiene tanto mérito como lo otro.
Anoche nuestra compañera Mila se
puso enferma, tenía fiebre y tos. Esta mañana no ha venido a trabajar, Cleomar
se ha enterado de que tiene fiebre y decidió venir a casa a recogerla para
llevarla al médico. Ella no tenía ninguna intención de ir, pero Cleomar
insistió debido a que tenía fiebre y podría ser dengue (que resulta ser más
común aquí de lo que pensaba). Así que esta mañana la llevaron al médico, le
hicieron unas pruebas de sangre en el momento y el dengue quedó descartado. Es
un simple resfriado con algo de infección en las vías respiratoria, que es lo
que le causa la fiebre.
En fin, ahora que ya tenemos
internet, aparte de poder estar al día con los capítulos de Velvet (sí, soy una
moñas) y de hablar con nuestra querida familia, intentaremos actualizar el blog
con algo más de orden y frecuencia.
Como siempre, aquí van algunas
fotos para los más fieles J:
Aquí una muestra de la tortilla y el salmorejo.
Fede durmiendo plácidamente en su nueva red/ hamaca...
La prueba que atestigua lo del buraco (boquete)
Nuestro lugar de trabajo en PROHAITÍ
Esta monada llegó el otro día y nos amenizó un ratito la mañana
El famoso tendedero improvisado
Mila y yo tomando un coco gelado, rico y fresquito
Una charca con un barquito para pescar
Las cocineras que voluntariamente nos cocinaron este fin de semana
Haciendo una dinámica con los jóvenes
Esta dinámica la propusimos nosotros después de aprenderla en VOLPA
Con Arquelino dando un paseo por la Amazonía
Con Mila y Arquelino
Nuestro primer contacto con algo de la Amazonía
Esta vez no os podéis quejar de fotos.
Un abrazo, gente!
Fede e Isa.