Recordatorio

Os recordamos que, en este blog, Isa escribe en azul y Fede en rojo. Cuando escribamos en común lo haremos en negro.

miércoles, 23 de abril de 2014

Semana Santa

Desde el miércoles 16 estamos en la nueva casa, conocida como  CASA DA COMPENSA (pues está en el Barrio da Compensa). La casa ya estaba habitable, tenía lo esencial para vivir (entre esas cosas, obviamente, aún no estaba internet). Ese día, Arquelino (hermano jesuita de la edad de Fede) se había ofrecido para traernos junto con nuestras maletas; así que, después de comer, nos montamos en su coche junto con todos los bártulos y nos pusimos rumbo a la nueva morada. El viaje fue muy entretenido porque siempre nos pone música típica brasileña y nos va contando historias chulas. Eso sí, al llegar a la casa, la broma estaba hecha ¡ARQUELINO HABÍA OLVIDADO LAS LLAVES! Estábamos con las maletas en la calle y un calor de narices, aunque nos lo tomamos con mucho humor y le metimos mucha bulla a Arque jaja. Al cabo de un rato, vimos que había obreros dentro de casa que podrían abrirnos, les llamamos y acto  seguido ya estaban abriéndonos las puertas.
Nos dio el tiempo justo de entrar y dejar las maletas en nuestros cuartos porque Cleomar (padre jesuita bastante jefe) llegó y quería que fuéramos con él para comprar la comida y algunas otras cosas de primera necesidad que aún nos faltaban. La cosa es que, el coche de Cleomar es un Pick Up de dos plazas, entonces no cabíamos todos con él para  ir a hacer la compra. Su decisión fue que alguno cogiese el coche de Arquelino (que, ante esta decisión, se volvió a la curia en bus) e ir en dos coches a hacer la compra. Alguno podría pensar, ¿no sería más fácil que Arque se hubiese vuelto a la curia en el Pick Up de Cleomar y vosotros hubieses ido a comprar en el coche de Arque? La respuesta es que, como éramos 4 (Mila, Cleomar y nosotros), hubiésemos cabido… Pero las dimensiones de la compra iban a ser tales, que ese único maletero no iba a ser suficiente.
Así pues, Fede se ofreció a conducir dicho coche; yo me monté con él y ambos fuimos siguiendo a Mila y Cleomar (que iban en la Pick Up) hasta llegar al supermercado.
Una vez allí, comenzamos con la compra. Al principio, íbamos algo cohibidos pues no sabíamos cómo funcionaba el tema… Pero fue todo estupendamente, Cleomar quería que nos llevásemos de todo. Llenamos dos carros hasta arriba. La idea es que (sin contar verduras y frutas, que tendremos que comprarlas semanalmente pues si no se estropean) la compra nos dure un mes; pero, somos 3 y andamos algo perdidos en las cantidades de comida que necesitaríamos para ese tiempo, quizás tengamos que ir antes para reponer algunos alimentos. Así hasta que manejemos mejor el asunto.
Cabe decir que las cajeras iban disfrazadas con unas orejas de conejo de pascua (que parecían más bien de playboy), que iban a un ritmo archilento cobrando y que la cantidad de bolsas que usaban era incontable (ellas mismas eran las que guardaban la compra y no aprovechaban toda la capacidad de las bolsas; para cosas como los cepillos de barrer o la fregona ¡también las usaban!). Además, a todas las bolsas que “llenaban” les iban atando un nudo  (rarísimo de hacer, por cierto), lo cual ralentizaba más el asunto.
Después de pagar, Cleomar nos quiso invitar a un huevo de Pascua de chocolate a cada uno, pero nos parecieron demasiado grandes e innecesarios y, en lugar de eso, cogimos unos pequeños bomboncitos que también había (nos supieron a gloria, por cierto).
Al salir del supermercado metimos toda la compra en el pseudo-remolque que la Pick Up lleva incorporado y nos pusimos rumbo a casa.
Cuando llegamos, bajamos toda la compra y la llevamos a la cocina. Los albañiles estaban trabajando haciendo un pequeño patio al lado de ésta, colocándonos algunos muebles y preparando un agujero en la pared para poder colocar ahí  el desagüe de la lavadora (que nos la traerán en breve, hasta entonces no podemos lavar). Así que, la cocina estaba bastante patas arriba. Lo primero que hice fue limpiar de arriba abajo el frigorífico (que tenía bastante mierda, por cierto), para poder guardar la compra cuanto antes. También desinfecté bien el fregadero. Después limpié nuestro cuarto y nuestro baño (que tienen un suelo blanco muy poco agradecido), deshicimos las maletas y pusimos las sábanas. Limpiamos por encima también el salón y el suelo de la cocina (que no merecía la pena machacar mucho más pues a la mañana del día siguiente, jueves, los albañiles volverían a trabajar).
Después de tanto fregar, terminamos cansadísimos. Fede propuso ir a una pizzería que tenemos en la esquina de al lado a comprar una pizza familiar para los 3 e inaugurar, de este modo, nuestra nueva vivienda. Y así lo hicimos, Fede compró la pizza y la trajo y nos la comimos la mar de a gusto y relajadísimos después de todo el trabajo.
Al terminar de cenar tocó ducha y cama, que caímos rendidos. Menos mal que como el jueves era fiesta (hasta el lunes 21), no teníamos que madrugar.
El jueves nos levantamos sin prisas y seguimos limpiando otro poco más. Después, Mila nos preparó papas fritas (con piel y riquísimas) y unos filetes al ajillo. Hicimos ensalada de lechuga y tomate y comimos estupendamente. Hay  que decir que Mila ha dejado a sus 4 hijos, pero aquí se ha hecho con otros 2 jaja.
Después de comer, apareció por casa Cleomar a traernos una Liquidificadora (una batidora de esas con el vaso incorporado). Preguntó (mirando a Fede) si teníamos planes para por la tarde para ir con él a hacer unas cosas. Así que (como la Pickup es de 2 plazas) fue él el que acompañó a Cleomar (que, como bien habréis apreciado, se bebe los vientos por Fede :P). Yo me quedé con Mila conversando y recogiendo la cocina, y nos echamos una siesta.
Fui con Cleomar a la casa de campo (chacra de ahora en adelante), es un sitio muy bonito al que quizás vayamos este fin de semana porque van un grupo de chavales de la pastoral o algo así, churrasco, rezos… Allí en la chacra tienen muchos árboles frutales, todos con nombres indígenas bastante locos, un par de charcas con peces con nombres igualmente imposibles de recordar por un servidor y una piscina estupenda, de ahí nuestro interés por los rezos de este fin de semana ;-)
Como no tenemos internet, vamos escribiendo todas estas cosas en un Word para publicarlas cuando tengamos (como ahora, en el trabajo). Al no tener internet, hemos dedicado mucho más tiempo a la lectura, a jugar a las cartas (Mila nos ha enseñado a jugar al “carioca”, que resulta que no es más que una versión del “continental”), a ver películas, series (hemos retomado Breaking Bad)… Por otro lado, he echado de menos el hablar con mi familia.
En estos días, he descubierto que estoy obsesionada con la limpieza (mamá, si me vieras, estarías orgullosa). El pobre Fede está padeciendo esta obsesión: voy detrás de él para que no me pise el suelo blanco en el que se notan todas las pisadas y también cualquier pelo; no le dejo cortarse las uñas en el baño, tiene que salirse al porche...
Aprovechando que momentáneamente tenemos internet, os contamos lo que hemos hecho en este puente de Semana Santa, que ha coincidido que el lunes (ayer) también era fiesta porque se conmemora el día del tiradentes (dentista, felicidades a mi amado padre) en honor a un héroe de la independencia brasileña que al parecer se dedicaba a esta loable profesión.
Mila se fue a casa de un cura amigo suyo, Horacio. Al día siguiente, Isa y yo nos fuimos a dar un paseo por el centro, era la primera vez que cogíamos el bus solos desde y hasta la Compensa (nuestro barrio), todo un reto (conseguido), fuimos otra vez al Teatro Amazonas, y conseguimos pasar al recibidor, para entrar en la sala principal había que pagar así que decidimos esperar la visita de nuestros benefactores (padres) para verlo juntos y así demostrarles todo nuestro cariño.
Mila volvió esa noche y al día siguiente nos fuimos a ver un parque del que le habían hablado, resultó ser un cuartel militar de entrenamiento para la lucha en la selva, la rama del ejército en cuestión se llama CIGS, y su grito de guerra es SELVA!, el caso es que su misión principal es la defensa de la Amazonía y tienen un zoo con especies que recogen enfermas o de traficantes de animales, son todas especies de la selva y está muy bien conservado, hay anacondas, hámsteres de no sé cuantos kilos, jaguares, pumas, en fin, mucha bichería. Después del zoo, nos fuimos al mercado del centro, es un mercado de artesanía y comida que está bastante bien, ya hablamos de él en una de las entradas anteriores, me compré una camisa rollo misionero (se adjunta foto al final del texto) y comimos en el mercado un plato compuesto de arroz, frijoles, lasaña, puré de algo extraño y farofa (harina de mandioca) y un zumo muy rico, lo cierto es que la mezcla no era ninguna delicia pero nos llenó el estómago y nos salió muy barato (el único que se terminó el plato podéis imaginar quién fue).
Llegamos así al día del tiradentes, el lunes, Adelson (el superior de los jesuitas) nos había invitado para comer en la casa donde él vive (con otros jesuitas), allí también había unas cuantas monjas y jesuitas de otras casas, celebraban la pascua y me puse de comer hasta arriba, arroz, pasta, tambaquí (pez enorme de río enorme), dulces varios… Una de las monjas, una indígena que ya nos había enseñado en algunos videos Rafa (el cura que nos ayudó en Madrid con los visados), nos estuvo diciendo que le gustaría que le echásemos una mano por la tarde en un proyecto de adolescentes que practican capoeira como forma de sacarles de las calles, hemos quedado a las 19h (escribo esto a las 18 del martes) así que tiene buena pinta, ya os contaremos en próximas entradas. Después de la comida, Arquelino nos dijo que fuéramos con él a una reunión de los jóvenes que están preparando el fin de semana en la Chacra (del que se ha hablado anteriormente en esta misma entrada, al haberla leído completamente imagino que lo recordaréis), después de la reunión, en la que pintábamos más bien poco, nos llevó a cenar a casa de unos amigos suyos, son los padres de un chaval que está estudiando para jesuita y venía a su casa después de dos años en el nordeste, así que hicieron una fiesta muy divertida, el padre es cantante y había más gente que sabía tocar la guitarra así que lo pasamos estupendamente y como a las 21:30 estábamos volviendo para casa.
Os dejamos con unas cuantas fotos sólo destinadas a quien haya conseguido leer la entrada completa.

Isa frente al Teatro Amazonas.

En la entrada del CIGS.

Tortugas en el trópico.

Mono araña paseando tranquilamente.

Comida en el mercado.

Conduciendo en Manaus por primera vez.

Camisa chula que pillamos en el mercado de los domingos.

En la fiesta del noviciado jesuíta.


Un saludo, se os quiere y echa de menos.
Isa y Fede


5 comentarios:

  1. leido enterito. me encantan vuestras entradas xq así parece que estamos más cerca. ya veo que hambre no pasais, jajajaja. Fede con esa camisa nueva ya puedes ir al festival medieval de Alburquerque. las fotos mu bonitas y tú, tateri mu wapa. muchos besos

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    1. jaja, gracias Sol! Cierto lo de la camisa :P Un besazo!!

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  2. Hola chicos, es una buena idea lo del blog para seguir vuestras andanzas de cerca.
    Me elegra leer que estais tan contentos y entusismado con vuestra decision.
    Recuerdos desde el salon de mi casa.

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  3. Fede, después de comprobar en el video del agua tus habilidades con el monopatín, sin duda sé que serás de gran ayuda en las clases de Capoeira ;) Pues nada chicos, que veo que no hacen más que invitaros a comidas, anda que os podréis quejar. Lo dicho, más os vale ir aprendiendo, porque en breve seguro que os tocará a vosotros, jeje. Cómo andáis de materia prima española allí? Abrazotes!

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    1. Hola Luis!!! Si a materia prima española te refieres a productos alimenticios típicos... Tenemos algo de chorizo, queso y jamón que trajo Fede. En el súper también venden aceite de oliva de España. Si te refieres a españoles que hayamos visto por aquí, sabemos de un jesuíta que está en Tabatinga ("cerca" de aquí).

      Un abrazaco! :)

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