Recordatorio

Os recordamos que, en este blog, Isa escribe en azul y Fede en rojo. Cuando escribamos en común lo haremos en negro.

lunes, 14 de abril de 2014

BEIJA FLOR

Son las 23.00h aquí en Manaus. 

Hoy ha sido nuestro segundo día aquí y ha sido bastante intenso. Nos despertamos sobre las 5.30h de la mañana, que es la hora a la que empieza a amanecer aquí y comienzan a piar los pájaros. Aquí la hora a la que los jesuítas desayunan es a las 7.30h (después de una misa que hacen todas las mañanas), pero nosotros podemos desayunar a la hora que queramos. Nosotros hoy hemos desayunado a las 8.00h. 

¿Adivináis qué vimos cuando bajamos a desayunar? ¡¡¡UN COLIBRÍ!!! (Jose y Meca, ¿habéis leído bien??). Muy pequeño, moviendo las alas rapidísimo. Intentamos hacerle una foto pero, con los nervios, cuando quisimos encender la cámara ya se había ido. Entramos en la cocina entusiasmados y nos dijeron que aquí es muy común verlos todos los días y se llaman BEIJA FLOR (besa flor en español)... Así que esperamos sacar algún día una foto a alguno.

A las 12.00h el padre Adelson (el superior de los jesuítas de aquí) nos había invitado a una misa que iba a dar para un grupo de jóvenes que se  van de misión esta semana santa.  Pero como terminamos de desayunar muy temprano decidimos ir antes con Mila (la voluntaria chilena que lleva aquí 2 meses) a dar un paseo por la ciudad y empezar a conocerla un poco. Fuimos al Teatro Amazonas, estaba cerrado, sólo pudimos verlo por fuera y aprovechamos para hacernos unas fotos ahí. 


                                 Con el Teatro Amazonas detrás.

Continuando el paseo, al bajar la calle, nos dimos cuenta de que había un mercado enorme. Es una especie de mercadillo que, por lo visto, se pone todo los domingos (después de todo esto no es tan diferente a Badajoz jajaj). Los puestos nos han encantado: perfumes y jabones naturales; collares, pendientes y pulseras todos artesanales; ropa muy colorida y puestos de comidas/bebidas típicas de aquí como el coco gelado o unas roscas que sabían parecido a las patatas deshidratadas de España (el señor del puesto nos las dejó probar de gratis). Estuvimos un rato ojeando todos los puestos hasta llegar al final de la calle, donde había un cruce que daba al puerto del río Negro. Cruzamos (con las antenas puestas porque aquí los coches van muy rápidos) y estuvimos en el puerto viendo las aguas totalmente negras del río. Y entendimos el porqué del nombre, ¡parecía petróleo! Había muchos barcos, entre ellos aquellos que hacen la ruta para ver el famoso Encontro das Aguas. Al lado del puerto está el mercado "Adolfo Lisboa" así que, ya que estábamos allí, aprovechamos para entrar a verlo. Había carne y pescado, todo muy ordenado y con buena pinta; y también algún puesto artesanal. Además, una banda de música tenía todo aquello muy ambientado. 

                                  Paseando por el mercadillo.

                                                  Las oscuras aguas del río Negro.

                       Banda de música en el mercado Adolfo Lisboa.

El paseo nos estaba encantando, lo malo es que hacía tanto calor y estábamos sudando tanto que la sed empezó a interferir en la ruta. Mila no había cogido ni un real (la moneda de  aquí), y nosotros... ¡todavía no habíamos cambiado nada de nuestros euros a reales! Preguntamos a unos policías dónde podríamos cambiarlos pero nos dijeron que, al ser domingo, estaba todo cerrado. Tendríamos que esperar hasta el lunes. Después de esto, no nos quedó otra que ponernos rumbo a casa. El camino estaba siendo sofocante/húmedo/pegajoso, especialmente para  Fede que es el más fogoso... Tanto fue así que, algo desesperados, entramos en una oficina de turismo preguntando si tenían agua; la chica, muy amable, nos dijo que sí y que podíamos beber sin problema. Nos servimos nosotros mismos, agua bien fresquita (casi dejamos a la chica sin nada jaja) y esta parada nos dio vida para terminar de llegar a casa.

Cuando llegamos a la casa, fuimos directos a beber más agua pero, ¡qué sorpresa!, no salía fría de la maquina porque la luz se había ido. Así que nos tocó beberla del tiempo, que nos supo a gloria igualmente.
Sobre las 12.00h comenzó la misa que el padre Adelson y los jóvenes habían preparado; asistimos con curiosidad. Cuántos asistentes ganarían las misas españolas (o, al menos, las que yo conozco) si fueran tan participativas como estas, donde la gente puede hablar y hacer comentarios durante la eucaristía. Al terminar, Majo (la voluntaria venezolana que acaba de cumplir 1 año aquí) aprovechó para decir unas palabras muy emocionantes de despedida, pues ella ya regresa mañana a Venezuela (una pena no poder compartir más tiempo con ella).


                                       Imágenes de la misa.


Después de la misa, el padre Adelson nos había invitado a comer con él a Mila, Majo, Fede y a mí. Fuimos a un restaurante llamado Búfalo; hay varios aquí. Son muy característicos, es un self-service donde se paga la comida al peso; un detalle es que, por lo menos, tienen en cuenta la tara del plato (500 g). La comida estaba buenísima. He probado el tambaquí y el pararucu, pescados de río tipiquísimos de aquí; estaban buenísimos, especialmente el tambaquí. También he comido un poco de carne de búfalo, exquisíta (papá, no he podido evitar acordarme de tí). Durante el almuerzo, Adelson nos ha dicho ya que, de momento, la idea es que trabajemos en el Proyecto Haití, pues Majo y otra chica se van y aquello se va a quedar muy cojo. Así que mañana ya iremos a tomar el primer contacto con el que será nuestro trabajo.

Cuando terminamos de comer, Adelson nos llevó al Bairro da Compensa para que viésemos la que será nuestra casa oficial, a la que nos mudaremos (seguramente) a lo largo de esta semana. La casa nos ha encantado, está estupenda y es muy grande. Sólo falta que terminen de comprar algunas cosas que faltan de  aparatos eléctricos y mobiliario. Nos ha dicho Adelson que tenemos que revisar la lista de cosas que tienen hecha por si necesitamos que compren alguna cosa más y apuntarla; me fijaré especialmente en si en la lista aparece o no una batidora, pues sería interesante poder hacer gazpacho fresquito jaja.


                  De izq a dcha: Fede, yo, Adelson, Majo y Mila en el sofá de la nueva casa.

En el coche, de vuelta a casa, vimos un montón de niños volando cometas (aquí llamadas pipas); ha sido muy curioso porque íbamos por la carretera y, entre los edificios, se veían cantidad de cometas.
Otra cosa que también nos ha llamado la atención es que la inmensa mayoría de los coches tienen todos los cristales tintados y, aunque sea de noche, la mayoría suele circular sin luces o con las luces de posición porque dicen que la calle ya está lo suficientemente iluminada.

Llegamos a casa y...¡Aún no había vuelto la luz! Así que (después de una breve siesta inundada en sudor) Majo, Mila, Fede y yo decidimos ir a algún sitio a tomarnos un refrigerio. Nos sentamos en una terracita estupenda a tomar agua fresquita y cerveza (esta última para Fede, que se bebió una litrona él solito). 

Al cabo de un rato muy agradable de charla, volvimos a la casa para cenar. Cuando llegamos, acababa de volver la luz, haciendo ciertos amagos de irse de nuevo que no impidieron que cenásemos tranquilamente. 
Como Majo ya se marcha mañana, aprovechamos para sacar un paquete de jamón (por cierto Marta, estaba espectacular) para que pudiera probarlo antes de partir. El presunto extremeño ha sido todo un éxito. El padre Alfredo (uno de los taaaantos jesuítas que hay por aquí) propuso hacer caipirinha, pero no había cachaça y ya no eran horas de comprar nada, así que nos conformamos con brindar con un vino espumoso.

Al terminar la cena, nos subimos al cuarto. Estábamos algo cansados. Yo me he puesto a escribir en el blog y, aquí estoy, que llevo ya una hora escribiendo. Fede se ha quedado frito hace un ratito.

Nos han gustado mucho vuestras críticas, agradecemos que dediquéis vuestro tiempo a leernos.

P.D: Para aquellos que penséis "madre mía, menos mal que por el blog no nos llega el olor... porque con tanto sudar deben oler a chotuno..", que sepáis que los dos nos hemos duchado varias veces hoy (por cierto, la ducha sólo tiene la opción de agua fría; ciertamente la caliente no es necesaria ).

P.P.D: A causa de no llevar protección nos hemos quemado algo, especialmente Fede. Próxima compra: una gorra y protección solar. Aquí tenéis la prueba:




4 comentarios:

  1. Oi meninos!! Não se preocupem pelos beija-flores...voltarão e poderão tirar algumas fotografias para nós jjajaja :)

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  2. Esperare con ansias el colibrí jajaja me han entrado ganas de probar esos pescados y el búfalo me dais envidia jajaja un abrazo pareja

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  3. La tela del sofá ese parece maravillosa para echarse una siesta, jeje. Pues nada chicos, de nuevo, me ha encantado leeros. Buahhh, me volvería loco con la cantidad de alimentos raros y demás que estáis encontrando, seguro que los estáis disfrutando mucho. Eso sí, más os vale aprender bien para cuando volváis, y sobre todo, aprender a hacer auténticas caipirinhas!

    Joder, acabo de ver el tiempo en vuestro pueblo y está lloviendo a lo loco, y encima con esa temperatura. Puff, supongo que debe ser difícil de imaginar lo agobiante que tiene que ser ese clima. Pero bueno, ya os acostumbraréis.

    Pues lo dicho chavalotes, muchas fuerzas y a seguir con ello. Abrazotes!

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